miércoles, 24 de julio de 2013

Por qué decimos una cosa, cuando queremos decir otra


Desde hace un tiempo vengo observando que introducir palabras técnicas, en el lenguaje de cada una de las profesiones de nuestro amplio espectro laboral, otorga un caché y relevancia a la persona que las utiliza que no incluirlas en su discurso la sitúa en la era de los dinosaurios. Pues como yo no espabile, me veo en el cementerio de los diplodocus.

En mi área de conocimiento, la del empleo y la orientación profesional, no somos menos. Empleabilidad, flexiseguridad, competencias, cualificación profesional, acreditación, adaptabilidad, inserción, visualización, emprendimiento, proactividad, huella digital, marca personal y no sigo que te aburro. Yo me pregunto si esta distancia lingüística nos acerca o en realidad nos aleja de la posibilidad de entender lo que de verdad piensa, siente y hace una persona que busca activamente empleo y a la que queremos ayudar. En realidad, todas estas palabras las usamos para hacernos una idea de ti, de tus puntos fuertes, de tus posibilidades reales en el mercado y con todo ello acercarte a las ofertas para las que estás preparado, pero no sé si lo logramos conseguir.

En mi trabajo como orientadora, he vivido situaciones totalmente absurdas, debido a esta costumbre instaurada, de hablar en clave de morse, sin maldad, pero inconscientemente dejando a la persona, en una primera toma de contacto, totalmente al margen de su propio protagonismo en el proceso. "Tiene la demanda en suspensión, el IPI caducado por inserción en su día, pero ahora quiere participar en una BAE". Imaginaos la cara de la señora, se transforma y nos pregunta: "¿He hecho algo mal?". En realidad, está desempleada, aunque trabajó con contrato anteriormente, actualmente busca empleo y quiere participar en uno de nuestros talleres. Claro, después de esto, a la señora le explicas ¡que al contrario! que ella lo está́ haciendo todo bien, qué digo, -¡muy bien!- porque ha venido por iniciativa propia, con ganas de participar en actividades para encontrar empleo en compañía, la búsqueda de empleo es más enriquecedora y motivadora y, además, confiando en nosotras como profesionales para apoyarla en su tarea.

Cuando hablamos de diseñar un itinerario, realmente de lo que hablamos es de construir un camino que te lleve a tu meta. ¿Cómo? Guiándote en las tomas de decisiones que vas a ir encontrando en esta ruta hasta llegar a hacer lo que quieres, es decir, lo que has marcado como tu objetivo. A veces, es un pequeño paso: decides empezar a mover tu CV en las redes, te apuntas a esa academia de idiomas para mejorar el inglés, estudias la oferta de cursos de informática, cualquier pequeño paso, por imperceptible que sea, te llevará a estar más cerca del empleo.

Es cierto que las palabras técnicas, a veces, son necesarias, pero en algunos casos, nos dicen una cosa cuando queremos decir otra. ¿Por qué decimos que los jóvenes son muy aventureros si lo que queremos decir es que no tienen más remedio que buscar nuevas oportunidades en otros países porque en el suyo escasean? Independientemente de que, una vez allí, adquieran experiencia, mejoren en el aprendizaje del idioma, conozcan nuevos lugares, amplíen sus horizontes personales. ¿Por qué́ decimos medidas de fomento del empleo, cuando queremos decir medidas de reducción de las drásticas cifras de paro? Yo creo, además, que sería una buena manera de admitir que tenemos un grave problema. ¿Por qué no decimos que la edad es una dificultad en este país en lugar de clasificar a las personas por menores de 30 y mayores de 45 años? -y dejar en el limbo a los de 30 y 45 a los que se les presupone trabajando y no sé muy bien por qué́-. Puedo entender que desde Europa se marquen unas directrices y objetivos prioritarios hacia los cuales deben enfocarse todos los esfuerzos, pero me gustaría que alguna de las personas que tiene más de 30 años dijera como se siente a los que marcan esas directivas. ¿Por qué hablamos de emprendimiento cuando lo que de verdad queremos es introducir la cultura empresarial, con calzador, en personas que no han sido educadas en esos valores desde la escuela? Es entonces cuando nos dicen una cosa y en realidad estamos hablando de otras.

Pero generalizar es un error y no seré yo la que caiga. De modo que también te voy a contar que hay personas claras. Que siempre te dirán la verdad, que serán coherentes entre lo que dicen y hacen, que tratarán de adaptar su lenguaje a la hora de comunicar, que no verán en su edad límite alguno a la profesionalidad, que llevan como un motor interior del que sacan energía positiva a raudales. Son personas que se construyen desde dentro hacia fuera, a las que sigues sin pensar, con un liderazgo íntegro que empieza por ellas mismas. Estoy segura de que conoces a más de una, te pegas a ellas irremisiblemente, porque siempre tienes algo que aprender, porque lo podemos decir claro !nos motivan¡

@mariaj_munoz | Publicado en la Ruta del Empleo el 7 de Marzo de 2013

lunes, 15 de julio de 2013

El lado bueno de las cosas


Creo que ver el lado bueno de las cosas es hoy un importante ejercicio. Parece que en el mundo solo existen las malas noticias. Si tenemos que hablar de estadísticas de desempleo ni te cuento, o de cuantos afiliados menos a la seguridad social, o del precio de la luz y la gasolina, vamos que si te quieres amargar no tienes más que encender la televisión por un rato. Será por eso que yo procuro no encender la tele.


Hay cosas que ocurren en nuestras vidas que, en un primer instante, no tienen sentido, sobre todo en el momento en el que suceden, pero que transcurrido cierto tiempo acaban teniendo el significado que no veíamos. Es el tiempo el que acaba poniendo las cosas en su sitio y dando el significado a lo que ocurrió. Por eso quiero que hoy nos concentremos en el lado bueno de las cosas. Muy bien, he perdido mi empleo, pero eso no quiere decir que sea yo el que esté perdido para siempre. ¿Por qué no aprovechar justo ahora que tenemos ese tiempo para hacer todo aquello que antes en la vorágine de nuestra vida laboral no podíamos hacer? Algunas buenas sugerencias:

- Invierte este tiempo en conocerte mejor a ti mismo, a veces, tenemos el doble de   información de la que necesitamos sobre el mercado laboral y la mitad de la que debemos  sobre nosotros mismos. Te animo a que escuches la teoría del aeropuerto de José Ramón Villaverde en su programa de radio La Ruta del Empleo, pero te adelanto dos cosas: Pasar tiempo con nosotros mismos nos ayuda a conocernos mejor. ¿Has viajado solo alguna vez? Llegas a ese aeropuerto repleto de personas, estás rodeado por ellas,  pero por muchas personas que tengas alrededor, y aquí viene la segunda gran lección, las decisiones más importantes de nuestra vida, al final las tomo yo.

- Invierte este tiempo en formarte, en aquello que mejora y aumenta tu especialización profesional y personal, aprende idiomas, sumérgete en las nuevas tecnologías, lee, viaja, participa en un voluntariado. La formación, además, en la mayoría de los casos nos pone en contacto con otras personas, rompe nuestras rutinas, actualiza nuestros conocimientos y  nos permite compartir y aprender mucho con y de los demás.

- Invierte este tiempo en mejorar tus relaciones sociales, queda con aquellos amigos a los que has dedicado poco tiempo, lleva a los peques al cole y párate un rato en la puerta -por cierto, genial sitio para empezar a ampliar nuestra red-, comparte más tiempo con la familia, participa en internet de forma activa en tus redes sociales y profesionales, crea tu propia asociación o únete a alguna, toma un café con aquella persona que siempre se ofreció a escucharte. Sobre todo, activa y reactiva tu red de contactos personales y profesionales, ya que ellos te proporcionarán una información privilegiada que no dudarán en contarte.

- Disfruta de tu tiempo libre. No serás la única, ni la primera persona que descubre que esa actividad a la que dedicabas todo tu tiempo libre se convierte en tu principal talento, vía de ingresos y vocación profesional.

- Diseña tu ruta, la que te permita llegar a tu objetivo profesional. Lo importante es que comiences cuanto antes, como bien dice una amiga, -luego siempre se puede corregir la trayectoria-, quizá empecemos por la autovía y acabemos en la comarcal !pero ya estamos en marcha! Ya decían nuestros abuelos que todos los caminos conducen a Roma. Hay muy buenos copilotos ahí fuera, que te guiarán en tu ruta, te ayudarán a leer el mapa y te motivarán para llegar a tu meta.

Ya sabes, tienes tiempo es tus manos y el tiempo es vida ¡aprovéchalo para crecer! ¿no es ésta una buena noticia? Porque no todos los días son buenos, pero siempre hay algo bueno todos los días.  

@mariaj_munoz | Publicado en La Ruta del Empleo el 1 de Marzo de 2013,

jueves, 11 de julio de 2013

Tu valor en el proceso de búsqueda de empleo: ¿Qué llevar en la mochila?


Buscar trabajo, es un empleo en sí mismo. Requiere poner en marcha una serie de competencias, habilidades y conocimientos que además deben mantenerse activos. Es una etapa de toma de decisiones continúa. La situación económica actual está desencadenando la reconversión profesional de muchos trabajadores que ven como su sector sufre profundos cambios. Precisamente, este cambiante entorno laboral, en continuo movimiento, nos lleva a iniciar nuevos procesos de construcción profesional. Un proceso que debo planificar con tiempo y calma: definiendo unos objetivos a corto plazo y alcanzables (operativos y realistas). Si buscas trabajo sin ton ni son, no sabrás a dónde vas.

El principal valor en tu proceso de búsqueda de empleo eres tú. La crisis no es la respuesta a tus preguntas porque las personas no están en crisis. No soy uno más entre un millón, soy yo, un exclusivo ser humano, diferente a los demás, empieza por ahí.

¿Qué cargar en mi mochila para empezar?

  Mis cualidades personales: cómo soy conmigo mismo, cómo soy con los demás, cómo me relaciono, cómo me comunico, qué cosas me hacen feliz, con qué me comprometo, qué piensan los demás de mí.
  Mis conocimientos: De nada sirve una caja preciosa vacía de contenido. Seguro que en todo este tiempo has aprendido muchas cosas y todavía quedan algunas que te gustaría aprender. Más de las que imaginas.
  Mi actitud: ¿cómo enfrento la búsqueda de empleo? ¿Pienso en el vaso medio vacío o medio lleno? ¿reacciono a tiempo, antes de ver las cosas venir?¿Cómo íntegro mis logros y mis fracasos en mi búsqueda de empleo?
  Mis habilidades: valora tu experiencia y el saber hacer que ésta te ha proporcionado. Soy mucho más que el título de mi profesión, soy una persona que...
  Mi motivación: no pienses siempre por qué te ocurren las cosas a ti, búscate algo que te motive y adelante!
  Mi Autoconfianza: Cree en ti mismo, en tus proyectos, en tu capacidad y los demás también lo harán. No puedo convencer a los demás si yo mismo no estoy convencido.

Una vez que tengas la mochila cargada con lo básico, no intentes escalar a la cima más alta en la primera salida que hagas, busca alcanzar cimas reales, a las que llegar, con esfuerzo, con tesón y con decisión, si crees en ti lo conseguirás.

También es verdad que nadie es perfecto, de modo que búscate un apoyo, un guía en este proceso, dos siempre ven más que uno, aprovecha la energía y empuje que otros también son capaces de transmitir y acércate a escuchar, siempre hay algo nuevo que aprender. "Up in the Air" es una fantástica película en la que Ryan Bingham (George Clooney) interpreta a un profesional experimentado en despedir empleados de grandes empresas y que basa toda su filosofía personal en la falta de compromiso y cargas personales, -¿que llevar en la mochila?-, es el título de su sempiterna conferencia, pero todo cambia cuando dos personas aparecen en su vida para desequilibrar sus convicciones: la vida en soledad no es divertida.

Cuando encuentres en tu camino profesional a personas que merezcan la pena, no dudes en echarlas a tu mochila y de la misma forma buscar la manera de aportarles valor. Y recuerda: 

"No existe ningún punto de partida si no se sabe a dónde ir" (Sigmund Freud)

@mariaj_munoz | Publicado en la Ruta del Empleo, 20 de febrero de 2013